El Dr. Matthew Norris, médico residente en Overlook Medical Center, presentó un resumen de investigación a principios de este año y recientemente recibió el primer puesto en la 50.a reunión anual de la Sociedad de Medicina de Cuidados Críticos.
“Utilidad de las pruebas de coinfección vírica respiratoria con SARS-CoV-2 en el momento del diagnóstico inicial” examinó todos los casos de COVID-19 en el servicio de urgencias entre el 16 de marzo y el 20 de abril para determinar con qué frecuencia se diagnosticó una infección vírica respiratoria secundaria a los pacientes con COVID-19 en el momento del ingreso.
De los 1676 pacientes adultos sin un diagnóstico previo de COVID-19 a los que se diagnosticó inicialmente el virus en nuestro servicio de urgencias, 572 pacientes se sometieron a una prueba vírica respiratoria de diana alta adicional y 195 pacientes se sometieron a una prueba vírica respiratoria de diana baja adicional.
Estas pruebas identificaron un caso de gripe, un caso de metaneumovirus humano y 5 virus del resfriado común. Solo uno de los cuidados sanitarios de este paciente se vio afectado significativamente por pruebas víricas adicionales, siendo el paciente que tenía gripe, ya que se le administró un fármaco antiviral adicional que tiene como objetivo específico la gripe. Usando las tarifas de laboratorio clínico de Medicare para estimar el costo para el sistema hospitalario, se estima que se gastaron $326,425.45 de una manera que solo afectó la atención de un paciente. También significaba que más de 70 horas de tiempo de laboratorio necesario para realizar las pruebas víricas de diana alta tuvieron poco o ningún impacto en la atención directa al paciente.
El Dr. Norris explicó que quería ver cómo eran estas cifras para el hospital en general, a fin de garantizar que OMC estuviera realizando una atención de alto valor en un momento en el que tanto a nuestro alrededor era incierto.
"Desafortunadamente, nuestros casos de COVID-19 están aumentando de nuevo en Nueva Jersey. Sin embargo, nuestra comprensión de cómo manejar la COVID-19 como institución (y la de la comunidad médica en general) ha aumentado exponencialmente”, dijo. “Como médicos, debemos garantizar que se siga proporcionando atención de alta calidad a aquellos a quienes servimos”.
